sábado, 18 de dezembro de 2010

O grande Raul de La Mota

Uma foto de Don Raul de La Mota
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E, por falar em grandes enólogos, o crítico de vinhos Olyr Corrêa, envia uma série de notas que ele garimpou sobre Don Raul de La Mota, um dos grandes nomes do vinho na Argentina. Aproveita para dar mais uma alfinetada no meu amigo Michel Rolland, fazendo uma ironia sobre recentes declarações do francês, que disse ter sido o descobrir da malbec quando chegou na Argentina há 22 anos: “Antes dele chegar não havia Malbec na Argentina? E onde fica Don Raúl de La Motta e o Weinert Estrella 77? Acho que esses gringos continuam nos achando uns cucarachas otários...” E sugere que se veja o vídeo em http://j.mp/fU2Vjv, onde Rolland se vangloreia.
A Weinert é de 1975
Fundada em 1975 por Bernardo Weinert com o objetivo de elaborar vinhos impecáveis que refletissem as distintas características da região de Mendonza e estivessem de acordo com o clássico estilo argentino, a Bodega e Cavas Weinert sempre teve atenção especial na excelência em qualidade. Suas instalações se deram em uma antiga construção do século XVIII. Com um investimento que totalizou US$ 2 milhões, ele pôde converter o velho edifício no habitat ideal para a elaboração de vinhos de alta qualidade. Em seus investimentos estão incluídas a compra de 60 hectares de vinhedos em Lulunta (Maipú), a completa restauração nos barris de carvalho e ainda a aquisição de equipamentos modernos com a mais alta tecnologia italiana e francesa.
Contando inicialmente com a dedicação do renomado enólogo Raul de la Mota, vem a primeira realização: a produção de um grande clássico argentino, 60% Cabernet, com 20% de Merlot e 20% de Malbec. Era o “Cavas de Weinert”, um vinho caro que obteve reconhecimento imediato e gerou grandes demandas no mercado interno.
O segundo rótulo, Carrascal, de mesma composição, mas mais acessível, tornou-se o carro-chefe da vinícola, gerando um fluxo intenso e contínuo no caixa da empresa. Ainda com a supervisão de De La Mota, Weinert lançou em 1977 seu primeiro Malbec, conhecido atualmente como Malbec Estrella. Este rótulo foi agraciado pelo crítico internacional de vinhos, Robert Parker Jr., e chamou a atenção do mundo para a uva Malbec. Este foi o primeiro passo para o estabelecimento da Malbec como uva Argentina para a comunidade internacional do vinho.


Argentina, October 21st 2009
The father of Argentina’s winemaking dies
by Daniel Lopez Roca in Argentina
The world of wine is mourning the death of Don Raul de la Mota, Argentina’s most important oenologist. He was 91 years old. Don Raúl was a disciple of Emile Peynaud and pioneer of modern oenology.
In 1968 he assumed the Presidency of the Argentine Federation of Oenologists, related to the International Association of Oenologists. Together with the Brazilian entrepreneur Bernardo Weinert he started Bodega y Cavas de Weinert. He also served, among other professional roles, as managing and technical director of Weinert Winery. There he created the legendary Weinert Malbec Estrella 1977, considered by many the best Malbec ever made in Argentina. De la Mota also left his signature and his distinctive style on Finca Flichman, where he was creator of their wine Caballero de la Cepa, and he transformed the Patagonian wines of Humberto Canale winery. At the age of 88 he made his own blend for Ruca Malen winery.
Raúl was born in Catamarca, studied in San Juan and adopted Mendoza as his homeland. His two sons, Adriana and Roberto, continue his work. Roberto studied Agriculture in Montpellier, France and was the former winemaker of Terrazas de los Andes winery. Adriana is a respected professor at the University. His daughter, Graciela, is a researcher for the CONICET, and lives in Buenos Aires. Raúl also leaves behind eleven grandchildren.

Cronología
1968
Bernardo C. Weinert inició sus actividades en los vinos como importador y distribuidor del vino argentino San Felipe en Brasil.
1972
Incorporó el vino chileno Santa Helena en su negocio de vinos en Brasil.
1975
Localizó y negoció la compra de una antigua construcción de una bodega mendocina, originalmente construída en 1890 por el Sr. Antonio R. Otero y abandonada en el año 1920.
1976
Se inicia la reconstrucción del predio con la ampliación de su superficie, contando con gran colaboración del Sr. Edgardo Quiroga y Rodolfo Eitner. Se reconstruyen los tanques de hormigón, revistiéndose con elementos de acero inoxidable y epoxi.
- Se instalan la red de circulación de los vinos utilizando caños de acero inoxidable y se coloca una red de distribución de gas carbonico en los tanques de vinos blancos.
- Se construyen los tanques de fermentación de los vinos blancos con revestimiento térmico para la fermentación con control de temperatura.
- Se instaló un completo sistema de producción de frío, como parte de la tecnología para la vinificación de vinos blancos.
- Se instaló un moderno sistema de molienda y prensado de las uvas, de origen Gasquet (Francia).
- Se instaló un completo laboratorio para atender a las necesidades de control de la vinificación y crianza de los vinos. Como primer encargado del laboratorio se contrató al Sr. Juan Ponce.
- Se implantó un novedoso sistema de cosecha, con la utilización de tijeras para cortar los racimos y cajas de madera para el transporte de las uvas en su mejor estado de conservación hasta los lugares individuales de la molienda, de forma a preservar las cualidades aromáticas de las uvas y no exponerlas a oxidación previa.
- Se instaló una completa y moderna unidad para el fraccionamiento y etiquetado de las botellas, de marca TOVER.
- Se instaló un moderno sistema de filtraciones Gasquet para la utilización de diatomea y perlita, como también a través de placas de celulosa, ZEITZ.
- Se equipó la bodega con toneles de roble de NANCY, con un total de 240 unidades con capacidad entre 2.000 y 6.000 litros.
- En abril de este año se contrató un proyecto de tecnología elaborado por el Enólogo Don Raul de La Mota para la elaboración de vinos blancos, tintos y rosados de alta calidad. Esto se implantó en su integración.
- En noviembre de este año se contrató el Sr. Raul de La Mota, enólogo de importante trayectoria en la industria del vino en Mendoza. El Sr. de La Mota tomó a su cargo el control de las maquinarias, cañerías de circulación de los vinos, colocaciones de las puertas y tapas de tanques y toneles y puesta a punto de la unidad de producción.
1977
Se termina con la reconstrucción y ampliación del edificio de la bodega y la instalación de todos elementos necesarios para la producción de vinos de alta calidad.
- En el dia 14 de mayo inciamos la primera cosecha y que seria nuestra primera vendimia. Se cosecharon uvas Malbec, Cabernet-Sauvignon, Merlot, Pinot de la Loire y Semillon, todas uvas pre controladas para garantizar la máxima pureza varietal bajo el control del Ing. Agrónomo Alcalde, ampelógrafo del INTA y una gran autoridad en esta materia. El primer encargado de la bodega fue el Sr. Santoni.
- La cosecha 1977 fue de una calidad sobresaliente, con un clima perfecto, lo que sumado a la avanzada tecnología aplicada, permitio que se elaboraran vinos de alta calidad. Estos ejercieron una rapida influencia significativa en las características de los vinos argentinos, creando un nuevo marco, los que hoy son verdaderos clásicos.
1978
Inicio de las exportaciones de vinos Weinert para el mercado de Brasil.
- Se iniciaron las ventas en el mercado argentino, con una unidad de distribución instalada en Buenos Aires.
- Los vinos blancos causaron gran impacto en el mercado por su aroma frutado y color no oxidado, características no conocidas en el mercado de los vinos argentinos que provocaron una gran reacción positiva, así como la variedad Pinot de La Loire, el primer vino varietal del mercado argentino.
- Se instalo la oficina administrativa con la participación de la Sra. Nora Paiero como secretaria general.

A última entrevista: vejam o que é um enólogo de verdade>


“Vinificar sigue siendo un arte”
Pionero de la enología moderna, y pieza clave en la reconversión vitivinícola de Mendoza, elaboró un blend con su nombre.
Por Liliana Morelli
“Había que volver a la espaldera, al sistema Guyot de poda, y empezamos con el ingeniero Alberto Alcalde a modificar todo, paulatinamente. Se achicó el rendimiento, mejoró la calidad.”
Apoyado en su bastón, locuaz y erudito, a don Raúl le gusta citar a los clásicos, recordar epopeyas, regodearse con datos de la Antigüedad, y no desconoce que él forma parte de la historia reciente. En la bodega Ruca Malén, en Agrelo, Luján de Cuyo, lo tratan como a un prócer. Sonríe siempre, se mueve con delicadeza, habla con entusiasmo. Enólogo, fue gerente, director técnico y asesor de prestigiosas bodegas y tuvo un rol protagónico en la reconversión varietal de los vinos mendocinos. Fue de los primeros en elaborar Sauvignon Blanc y Syrah, y creó el mítico Malbec Estrella 1977 de Cavas de Weinert.
Cinturón negro de karate ("Es un arte de defensa y una disciplina física que obliga a una disciplina mental"), borgeano confeso ("Leo a Borges con sumo placer, me gusta la historia y tengo buenos libros"), la diálisis semanal lo obligó a suprimir el vino en su mesa. Pero el "Mejor enólogo del siglo XX en la Argentina" -según la Asociación Mundial de Periodistas y Escritores de Vinos y Licores, con sede en Burdeos- se zampó una travesura: creó especialmente para Ruca Malén el Kinién de Don Raúl, sólo 2.200 botellas de un vino elegante y complejo, con 16 meses de crianza en barricas de roble francés.
De la Mota es un antiguo apellido de Catamarca; de allí provenía su padre, un ferroviario. Su madre, profesora de Economía Doméstica, fue alumna y amiga de Doña Petrona. "Yo estudiaba en el Colegio Nacional de San Juan, mi provincia, y me gustaba Filosofía, pero ¿qué hacía ahí con la filosofía? Mis dos hermanos ya estaban afuera, mi padre se las veía en figuritas para mantenerlos. Entonces ví un folleto anunciando que la Escuela de Fruticultura y Enología de Mendoza era trasladada a San Juan, los enólogos eran pocos pero estaban muy bien, mejor que muchos médicos, y me decidí".
Terminó de cursar, le quedaba una monografía, cuando ocurrió el sismo de 1944. Le pidió trabajo a su profesor Mario Bidone, y en Mendoza buscaron juntos una bodega y las uvas para elaborar un tinto para Giol. "Mendoza tenía 50 mil hectáreas de Malbec, de las variedades francesas traídas en 1853 fue la que más se arraigó al suelo y resistió las enfermedades. Entonces cargué en un camión una cama, un colchón y una valija con ropa, y me instalé en el laboratorio de la bodega. Llegó el primer camión lleno de uvas y mi profesor me dijo: "Ahí tiene anhídrido sulfuroso, póngase a trabajar. Usted va a hacer el vino". Era un veinteañero, el capataz me miró como diciendo: qué vas a hacer vos... Trabajábamos desde las 7 de la mañana a las 11 de la noche".
A los tres años lo contrató otra bodega, para elaborar 3.000 bordelesas de vino. "Mi novia ya había esperado mucho, pensaba encargar un juego de dormitorio a un carpintero de Dorrego y casarme. Fui a cobrar, y me dieron la mitad, me dio mucho fastidio, empecé a buscar otra cosa." De la Mota se casó, fue Subsecretario de Industria, Comercio y Minería, secundó al gobernador de La Rioja y al ser éste derrocado regresó. Primero a una bodega pequeña, luego a Flichman: "Sacamos el vino más prestigioso del país, Caballero de la Cepa".
Noticias: En ese entonces los vinos eran de poca calidad, sin varietales
Raúl de la Mota: Había pocos vinos finos. Luego pasé a Arizu, tenía mucho empeño en trabajar allí porque hacían todo tipo de vinos, incluso la champagnización con el sistema Champagnoise, de fermentación en botella. Empezamos a presionar en los viñedos sobre la forma de poda, el riego, todo era artesanal.
Noticias: ¿Qué errores se cometían en cuanto al terruño?
De la Mota: La mezcla de variedades, en algunas el exceso de producción, podas mal hechas, cosechas demasiado tempranas o muy tardías. Empecé a modificarlo en las viñas de Godoy Cruz, y los vinos de calidad de Arizu empezaron a mejorar notablemente.
Noticias: Usted fabricó un espumante muy bueno, que no anduvo porque la gente asociaba Arizu a vinos ordinarios. ¿La imagen es tan importante como la calidad?
De la Mota: La firma era sumamente conservadora, el vino y el champagne se llamaban igual. Brascó hizo una famosa degustación en Buenos Aires de champagnes nacionales y extranjeros, y Arizu resultó el más favorecido en las catas. Yo les proponía cambiar el nombre, pero había que respetar la idea de Balbino Arizu, el fundador.
Noticias: ¿El vino se fabrica o se elabora, con cuidados, atención, conocimientos?
De la Mota: El vino es la creación de un artista, cuyas herramientas fundamentales son la técnica y la vocación de hacer siempre algo mejor.
Noticias: ¿Los oportunistas van muertos en esta industria?
De la Mota: Ocurre todos los días, sigue pasando...
Noticias: ¿Cómo se inició el gran cambio hacia los vinos de alta gama?
De la Mota: En los ’60 se instaló el INTA en Luján de Cuyo y se empezó a tratar la confusión varietal del viñedo. Usted compraba uvas Malbec y junto iba un poco de Tannat, algo de Tempranillo, de todo. El verdadero nombre del Malbec es Cot, Malbec fue un viñador que lo introdujo en los viñedos para mejorar unas variedades flojas de acidez. Aquí había necesidad de volver a la espaldera, al sistema Guyot de poda, y empezamos con el ingeniero Alberto Alcalde a modificar todo, paulatinamente. Se achicó el rendimiento, pero mejoró la calidad.
Noticias: ¿Cuál es, exactamente, la función del enólogo?
De la Mota: Es quien decide, según la variedad de uva, la época de cosecha y las condiciones climáticas que acompañan una vendimia, qué métodos de vinificación es el más apropiado, en el momento preciso, para lograr un mejor vino.
Noticias: ¿Hacer un vino es como parir un hijo?
De la Mota: No diría eso, más bien es como hacer una obra de arte: usted hace un mamarracho o algo perdurable.
Noticias: ¿Lo más ingrato del oficio es que el gusto del consumidor cambia?
De la Mota: Los consumidores siempre cambian de gusto, el enólogo debe tener eso muy presente y acompañar esa sed de novedad.
Llegó a vinificar en cubas de álamo ("Mendoza no tenía árboles, sino matorrales, el primero fue el álamo. Las vasijas de roble llegaron cuando se tendió el ferrocarril a Buenos Aires") y elaboró el primer Syrah embotellado, con ese nombre. "Hablando de vinos del Ródano con el director del INTA, me dice: "La única bodega que tiene uvas Syrah acá es Santa Ana, ¿quiere que le mande?". Y planté dos hectáreas en Flichman. El enólogo que me sucedió me contaba que los turistas preguntaban si Syrah era la hija de Flichman" (ríe).
Las claves para un buen Malbec, sostiene don Raúl, consisten en cuidar la producción ("cuando pasa de 100 quintales por hectárea pierde calidad"), que el racimo reciba la luz necesaria para que los polifenoles alcancen toda su riqueza, y cosecharlo algo tardíamente: "Me retiré de Weinert dejando cinco toneles de Malbec Estrella 1977. En Arizu hicimos un Val Roy que me dio grandes alegrías. Mi hijo Roberto fue a una reunión de empresarios vitivinícolas para probar vinos mendocinos anteriores a la transformación, y alguien llevó una botella: quedaron estupefactos, era espléndido".
Noticias: ¿Qué cambios sufre un tinto sometido al envejecimiento en botella?
De la Mota: El color no cambia mucho, se atenúa algo, y gana en aromas más complejos y delicados. Lo que más impresiona de un vino viejo al destaparlo y airearlo es la riqueza aromática.
El hombre que pregona "si quiere saber de vinos, remóntese a la historia" cuenta que en el siglo XIX se usaban como excipientes farmacológicos, y los licorosos se tomaban para rejuvenecer o vigorizarse. "En el siglo XVII se apreciaban según el carácter del bebedor: había blancos indicados para flemáticos, tintos para nerviosos o para linfáticos. Los médicos lo estudiaron desde la Antigüedad".
Noticias: Viajó por el mundo, ¿dónde tomó los más sublimes?
De la Mota: En Francia, probé Cabernet excepcionales, vinos propios del Medoc, del Loire y la Borgoña. La Toscana, en Italia, tiene una variedad inmensa. Los californianos no me llaman la atención, copian al sistema francés, no innovan. Me parecieron notables los de Andalucía y del Priorato, cerca de Cataluña, famosa en tiempos de los romanos. Por muy grande que fuera su jerarquía militar, los romanos tenían sus buenos viñedos y concedían al vino un lugar de privilegio. Julio César premiaba a los centuriones regalándoles un terreno para que planten viñas.
Noticias: Con el Kinién de don Raúl ¿quiso despuntar el vicio o lo tentó Jean Pierre Thibaud, dueño de la bodega?
De la Mota: Un día visité con mi hija la bodega, el enólogo me hizo probar en distintas vasijas, fuimos al laboratorio y Thibaud me dijo: "Éste es nuestro mejor vino, ¿qué le parece?". Era bueno, pero le dije que se podía hacer algo todavía mejor. Y surgió este blend, de gran fineza. No es un vino de cuerpo excesivo, no me gustan los vinos gruesos. Tiene equilibrio, una composición armónica y un aroma delicado.
Noticias: ¿Es la frutilla de su carrera?
De la Mota: Exacto. Es un vino que se desliza en la boca, tiene 78 % de uvas Malbec, 11 % de Merlot, que le da fineza, y 11 % de Tempranillo, que le aporta suavidad.
Noticias: ¿Cuánto se puede guardar un vino en una bodeguita casera?
De la Mota: Mucho tiempo, yo tengo algunos que llevan 30 años guardados. La condición es tenerlos en un lugar seco y fresco, donde esté quieto, y es mejor que reciba poca luz. Yo vivo en un departamento, sólo tengo un armario con los que elaboré, casi reliquias.
Dos hijos, Adriana y Roberto, siguen su huella. Roberto se recibió en la Escuela Superior de Agronomía de Montpellier, Francia. La tercera hija, Graciela, es investigadora del CONICET, vive en Buenos Aires y le dio cinco de los 11 nietos.
Noticias: ¿Lo consultan sus hijos?
De la Mota: Roberto poco, porque tiene una formación muy sólida. Trabajamos juntos hace unos años y llevó a Terrazas la metodología, y la mejoró. Adriana hace pequeñas vinificaciones, con las limitaciones de las bodegas que alquilan vasijas.
Noticias: Si repasa su vida, ¿diría que fue un buen vino, que mejoró con los años?
De la Mota: Diría que tuve grandes satisfacciones. Hice cosas muy interesantes y dejé las bodegas con buenos vinos. La viticultura es cuestión de pasión, de otro modo se camina hacia el fracasso.

2 comentários:

Maria Amelia Duarte Flores disse...

Tive a honra de trabalhar/fazer estagio junto com ele em 2000 e foi uma das melhores experiências da minha vida. Realmente o autêntico "Caballero de la cepa"

Selma Chaves disse...

Finalmente alguém com memória! Don Raul de la Mota foi o verdadeiro pioneiro dos vinos finos argentinos e o criador do Malbec Estrella 77 de Bodega Weinert, o primeiro malbec excepcional.