sexta-feira, 2 de dezembro de 2011
Bodegas Carrau, 20 años creando consumidores
Uma família que produz vinhos há mais de 200 anos
Carrau comemorou 20 anos da vinícola em Colón
Marcos Carrau, Daniel Arraspide
Fotos Andrea Fontes
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O sommelier e crítico de vinhos uruguaios Daniel Arraspide, parceiro de algumas andanças enoturísticas pelo Brasil, manda uma nota que escreveu em seu site sobre a Vinícola Carrau, de Montevideu, um ícone da vitivinicultura do Uruguai. Reproduzo a nota e aproveito para enviar meus cumprimentos à família Carrau, especialmente a mdeu leitor assíduo, Javier Carrau. Eis a nota de Daniel com fotos de Andrea Fontes:
“En su bodega de Colón, Bodegas Carrau festejó junto a amigos y ex-alumnos del CCV por los 20 años de los talleres y cursos que esta empresa pionera en la formación de consumidores inteligentes viene realizando con éxito. Buen vino - entre ellos algunas novedades - gastronomía variada, y un show de música de muy buen nivel, hicieron que una noche veraniega fuera un paseo por los sentidos.
20 años ayudando a formar consumidores inteligentes no es poca cosa. Esas dos décadas coinciden con los años 90, cuando muchos cambios se dieron – o comenzaron a darse – en materia de vitivinicultura en el Uruguay.
Bodegas Carrau fue pionera en ese camino de enseñar y divulgar todo lo referente al vino y su consumo. Talleres que abordaron y abordan diversas temáticas, cursos, y cenas maridadas han sido parte de esos 20 años que se han transitado al lado del consumidor.
Y por lo tanto, llegar a esa edad, ha sido motivo de festejo la pasada semana. El día marcado, jueves 24 de noviembre a la noche. Una cálida noche de primavera – pero con clima veraniego – que se vio repleta de amigos y “compañeros de estudio” en la linda bodega del barrio Colón en Montevideo.
La ocasión, propicia para presentar algunas novedades, no perdió el hilo conductor y didáctico, por lo cual se aprovechó para “jugar aprendiendo”. A qué nos referimos? a que mediante la degustación propuesta de tres vinos tintos distribuidos en tres puestos, los asistentes debían llenar una hoja con su parecer en cuanto a que variedad de uva daba origen a esos caldos.
"Difícil para Sagitario" se escuchó por allí, y copa va, copa viene, todo el mundo se aventuró a arriesgar las variedades que les parecían correspondían a esos vinos. Casi ninguna coincidencia fue el resultado.... de todos modos, muy divertido, y claro, didáctico!
Uno de los puntos altos de la noche, la gastronomía, que para este caso (como ya es costumbre en Bodegas Carrau) estuvo a cargo del chef y sommelier Sebastián Barcos, que con una propuesta de parrilla que transitaba por unas soberbias hamburguesas (debían medir unos tres centímetros de espesor) bien condimentadas y en su punto justo de cocción, podían ser disfrutadas con variedad de panes, dips y salsas que agregaban aún más sabor.
Dentro de los salones de la bodega, una selección de tapas estilo español (patatas bravas, tortilla, jamón crudo, etc.) hacían buen maridaje con la selección de vinos ofrecida, donde se destacaba el Juan Carrau Cepas Nobles Sauvignon Blanc 2011, y el Rosé Clásico.
Ya entrada la noche, Francisco Carrau, junto al enólogo Octavio Gioia, se encargaron de presentar una de las novedades, el blanco 1752 Gran Tradición Petit Manseng – Sauvignon Gris 2011, que en lo personal ya habíamos tenido oportunidad de degustar algunos meses atrás. Sin dudas, uno de los primeros vinos blancos de alta gama con perfil de guarda elaborados en el país, sobre todo con esta rara variedad (la Petit Manseng) que tan solo un par de bodegas vinifican.
El original plato elegido de forma muy atinada para maridar este vino fue un pollo tailandés, donde la textura de la carne marinada en especias y cáscara de cítricos, sumado a la salsa cremosa y a un arroz muy especial (con coco y pasas de uva) hicieron un matrimonio excepcional digno de imitar. Veremos si nuestras dotes culinarias llegan a lograr tanto, jejeje.
Finalizando la velada, sorteo de botellas de vinos – algunos de ellos de la reserva personal de la familia Carrau – y la excelente música en vivo, cerraron una noche en la que no faltó nada: buena compañia, buen vino, excelente gastronomía, show de música, y hasta baile. Valdrá que se repita en el próximo aniversario de los talleres del Centro de Capacitación en Vinos, o porqué no, antes, cuando el buen vino así lo amerite!”
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