Juan Bouza
Daniel Arraspide/D/JN
Meu amigo Daniel Arraspide, sommelier e crítico de
vinhos, escreveu em seu Blog, em Omntevideu, sobre um vinho muito interessante,
o Alvarinho:
“En el año 2004 se vinificó la primera cosecha de Albariño
en Uruguay, consciente del desafío que supuso ser pioneros en la producción de
este vino. Hoy Bodega Bouza presenta la decimoprimera cosecha de un vino que se
tornó emblema de la bodega de Melilla, y referente en lo que respecta a la
variedad de origen ibérico cultivada en Sudamérica.
Siempre es una fiesta el hecho de poder participar del
lanzamiento de una nueva cosecha del Albariño en Bodega Bouza. Siempre es un
placer poder ser de los primeros en probar unas copas de este fresco vino que
año a año no deja de sorprendernos. Reencontrarse con amigos y colegas,
deleitarse con las ricas tapas de marcado estilo español que se sirven durante
la noche, y tras una copa y otra, brindar por la vida al son de los acordes del
piano; todo un conjunto de sensaciones. En fin, una fiesta…. un escenario que
seguramente Juan Bouza (86) no imaginó cuando partió en un barco desde su
España natal hace ya unos 60 años.
Juan trabajaba como oficial tornero ganando un
jornal de 14 pesetas en tiempos que el kilo de pan costaba 15. Los tiempos eran
difíciles, la Segunda Guerra Mundial había dejado a Europa casi sumida en la
miseria y fracturada en una desigualdad social que afectaba fundamentalmente a
la clase obrera.
Cansado de intentar – sin éxito – mejorar su situación
económica, es que Juan decide un día dejar su tierra amada para aventurarse en
una América que prometía un mejor bienestar. Con 26 años llegó al Uruguay, como
él mismo bien lo define “a lucharla”.
Tres años más tarde (en 1958) luego de mucho esfuerzo y
trabajando 16 horas por día, Juan Bouza logra abrir su primer negocio, una
fábrica de pastas, en la que varios años después logra dar trabajo a cerca de
200 personas.
El período de tiempo transcurrido entre que Juan llega a
nuestro país y el actual, podría resumirse casi tan solo en dos palabras: echar
raíces. Raíces que hoy en día se siguen extendiendo a través de la tercera
generación de la familia Bouza en Uruguay, herencia viva, fruto del amor y de
muchos años de trabajo.
Este pasado lunes 18 de agosto se presentó en sociedad la
decimoprimera cosecha del primer Albariño elaborado en Uruguay. Sin embargo, en
esta oportunidad no les vamos a comentar como es el vino que ayer se presentó,
ni les vamos a contar de lo difícil que fue cosechar en una vendimia en la que
el cielo parecía caer con furia en forma de agua sobre los viñedos uruguayos.
Si quieren saber cómo es este vino, es simple: compren una botella y disfrútenlo.
En definitiva para ello es que el vino fue elaborado, para disfrutarlo.
Lo que sí les vamos a decir es que detrás de esa botella
hay mucho trabajo, pasión, dedicación, profesionalismo, e inclusive amor por
las raíces, pero por sobre todas las cosas, lo primero: trabajo.
Así que cuando abra esa botella no lo olvide, disfrútela
primeramente con moderación, y sepa que si hoy usted puede saborear ese vino no
es solo porque pudo comprarlo y pagarlo, sino también porque a alguien con
ansias de superación, sin medir los afectos y todo lo que dejaba atrás, un día
se propuso cruzar el océano para venir a trabajar.
Salud por todos aquellos que trabajamos, el vino es
nuestra recompensa!”
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