O sommelier Daniel Arraspide,
de Montevideu, um dos maiores conhecedores de vinhos do Uruguai, bebeu um Garzón Viognier Reserva, se enamorou do vinho e
escreveu “cuando un vino enamora, todas las barreras
caen”. Eis seu texto:
Nombre Comercial: Variedad: Viognier
Cosecha: 2012
Alc. Vol.: 12,9 %
Enólogo: Germán Bruzzone (residente) - Alberto Antonini (asesor)
Productor: Bodega Garzón (Agroland) / Pueblo Garzón, Maldonado, Uruguay
Desde hace buen tiempo lo venimos diciendo: no solo de Tannat’s vive el
Uruguay. Y en repetidas oportunidades nuestras listas de recomendados han
transitado por otros caminos que – sin ignorar los buenos Tannat’s y otros
tintos que en el país se producen – han sabido reconocer que los blancos
uruguayos están cada vez mejores.
Un ejemplo claro de ello es este vino que hoy es objeto de nuestra
recomendación, un blanco elaborado con uvas cultivadas en lo que muchos han
dado en llamar “la pequeña Toscana”. Un lugar casi que paradisíaco que
visitamos por última vez hace algo más de un año y que viene llevando adelante
– con una fuerte inversión de capitales argentinos – lo que de aquí a algunos
años se convertirá sin dudas en una empresa del rubro vitivinícola de grandes
magnitudes.
Bien, yendo a lo que vinimos…. este vino que logró enamorar nuestros
sentidos se trata de un varietal de Viognier (una cepa francesa que tiene su
cuna en la margen sur del Ródano) y que en este rincón del Uruguay parece haber
encontrado un microclima (un micro terroir si lo prefieren)
que potencia sus cualidades al máximo.
De color amarillo pálido y reflejos leves dorados, una untuosidad que ya
se evidencia en la copa al hacer girar el vino, y aromas a fruta de pulpa
blanca como el durazno (especialmente el “pelón”) ciruelas amarillas, y un
toque leve tropical de ananá (o piña) que se entremezclan con notas de flores y
especias, es un vino que seduce ya en la etapa visual y olfativa.
En la boca su expresión es la de un vino con cierta presencia, volumen
medio, repitiendo las notas frutales antes percibidas, y agregando un tacto
aterciopelado, acidez viva (pero no excesiva) y un largo de paladar
sorprendente.
Ideal para acompañar un plato de suprema de pollo rellena con espinacas
y queso de cabra en suave salsa de mangos. Beber en el entorno de los 10
grados.
El vino fue comprado en Licoreria Las Vizcarras (Montevideo) a un costo
de $ 415 (R$ 43,82).”
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