O texto sobre cordeiros fluorescentes foi escrito por Ana
Pais e publicado em abril de 2013. Quando colocadas diante de uma luz
ultravioleta, as ovelhas transgênicas ficam iluminadas.
“Nacieron las primeras ovejas transgénicas de Uruguay y
Sudamérica. Hoy son luminiscentes, pero en un futuro podrán curar enfermedades
a muy bajo costo en todo el mundo. A simple vista parecen corderos normales.
Nacieron, crecieron y se comportaron como cualquier oveja. Pero no son
cualquier oveja. Son animales transgénicos nacidos en Uruguay, que en un futuro
podrán curar diversas enfermedades a lo largo de todo el mundo a muy bajo
costo.
Las primeras nueve ovejas transgénicas del país y
Sudamérica nacieron hace seis meses en el campo del Instituto de Reproducción
Animal Uruguay (IRAUy). Fueron investigadores de esta organización sin fines de
lucro sumados a la Unidad de Animales Transgénicos y de Experimentación del
Instituto Pasteur de Montevideo (IPM), quienes alcanzaron este logro biomédico
de alcance internacional tras dos años de trabajo.
Aunque el término “transgénico” está cargado de mitos
sobre animales al mejor estilo centauro, la realidad es que se trata de una
técnica compleja y costosa orientada a la cura de enfermedades en todas las
especies, incluyendo los humanos.
“A partir del desarrollo de la transgénesis en animales
se ha avanzado en la búsqueda de alternativas aplicables a la medicina, porque
ya hay algunos ejemplos en el mundo de animales que producen en su leche
proteínas de interés farmacéutico, como puede ser la insulina”, dijo Alejo
Menchaca, veterinario fundador de IRAUy que dirigió el estudio junto con
Martina Crispo, también veterinaria y encargada de la mencionada unidad del IPM.
Menchaca explicó: “Lo que se hace es tomar un gen de
interés, por ejemplo, el encargado de la producción de hormona de crecimiento
en el ser humano. El mismo se le agrega a un embrión de una vaca, oveja o
cabra, y ese animal lo incorpora en su ADN. En un futuro, el ternero, cordero o
cabrito hembra va a producir en su leche esa hormona de crecimiento”.
Después de ordeñar al animal, continuó el veterinario, se
somete a la leche a un complejo proceso por el cual se aísla la proteína y se
elabora el medicamento que después consumirá la persona con enfermedades
endócrinas provocadas por la ausencia de la hormona de crecimiento.
Siguiendo con el ejemplo, este tratamiento que el avance
uruguayo vuelve económicamente accesible, es el que hace más de una década llevó
a Lionel Messi a emigrar a Europa con solo 13 años porque en Argentina los
clubes no podían pagarle los gastos de su enfermedad. En breve no sería
necesario ser el mejor jugador del mundo para recibir hormonas de crecimiento.
Según los investigadores, “hay otros ejemplos de
medicamentos de alto costo que con la producción de leche de dos o tres ovejas,
cabras o vacas darían respuesta a la necesidad de toda la población mundial que
padece la enfermedad”. El potencial es revolucionario.
Los nueve corderos uruguayos que nacieron no producirán
insulina ni hormonas de crecimiento en su leche. Su transgénesis es más
vistosa: expuestos a ciertas condiciones de luz ultravioleta, estos animales
son de un color verde fluorescente.
El gen que se incorporó a los embriones de las ovejas es
el responsable de producir la Proteína Verde Fluorescente (GFP, por su sigla en
inglés) en la medusa Aequorea victoria. Así, casi al instante, es posible saber
si el animal que nació es transgénico o no gracias a la luminiscencia de su
piel.
“No usamos una proteína de interés médico o para generar
un medicamento porque queríamos poner la técnica a punto. Usamos una proteína
que se expresa con un color verde porque es fácilmente identificable en los
tejidos”, dijo Menchaca.
Esta técnica que sirve como marcador biológico, es decir,
para hacer visibles procesos naturales que de otra forma serían invisibles, les
valió el Premio Nobel de Química a dos investigadores estadounidenses y uno
japonés en 2008. Junto con la publicación a lo largo del año de esta
investigación de vanguardia, los científicos de IRAUy e IPM planean seguir
trabajando en perfeccionar la técnica para que sea más eficiente.
Menchaca explicó que “todavía es muy compleja y da mucho
trabajo. Esta es una de las limitantes que tiene la técnica. Por eso hay pocos
ejemplos en el mundo a pesar de que hay mucho interés en la comunidad
científica internacional por trabajar en ello”.
Sin embargo, los institutos involucrados no evalúan por
lo pronto producir medicamentos utilizando a las ovejas transgénicas. El
fundador de IRAUy reconoció que probablemente el avance despierte un interés en
empresas farmacéuticas, al cual ellos puedan dar respuesta. Pero ese no es su
objetivo.
“Nuestro foco es generar conocimiento, publicarlo para
que el resto de los científicos pueda tomar esa información como insumo y a la
larga generar herramientas para que el ser humano pueda vivir mejor. La idea no
es que nosotros salgamos a vender la tecnología”, explicó.
Y agregó: “No ganamos nada desde el punto de vista
económico con esto. Simplemente hacemos pública una información que la
generamos nosotros, que nos dio mucho trabajo, pero que le va a ser útil a otro
investigador en cualquier parte del mundo. Así es como funciona el desarrollo
científico”.
En particular, a los nueve corderos transgénicos les
espera una vida normal de oveja, pero ante la atenta mirada de los
investigadores.
“Se crían al aire libre e interactúan como cualquier
oveja normal, pero en condiciones especiales. Están más cuidados que un animal
que vive en el campo en un sistema de producción agropecuario tradicional. Los
tenemos bien atendidos, bien alimentados y les tenemos mucho cariño”, contó
Menchaca.
Sin embargo, no les pusieron nombres. A pesar del
antecedente de Dolly, la primera oveja clonada de la historia, y más
recientemente de Rosita, la vaca argentina que el año pasado comenzó a producir
leche maternizada, los investigadores uruguayos prefirieron atenerse a la
objetividad científica y designar a los corderos con números.
En palabras de Menchaca: “El avance en sí mismo
representa un logro importante más allá del animal puntual y del nombre que uno
le ponga. Lo destacable es haber logrado que nazcan animales en Uruguay con
unas técnicas que son sumamente sofisticadas, que no estaban disponibles en el
país ni en la región, y del cual habían pocos casos en el mundo con técnicas
aún más complejas”.
Ahora quizá ingresen a la historia como las nueve ovejas
transgénicas orientales.”
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