Cordeiros do Uruguai, 30 dias de vida, com peso de 8,750 kg y 11,150 kg
Foto El Observador, Montevideu
O Olyr Corrêa está lá no Rio, longe dos seus campos no
Caty, em Livramento, mas não deixa de acompanhar o noticiário sobre o
agronegócio e o desenvolvimento tecnológica da agriutlura e da pecuária. É um
fazendeiro à La carioca... Pois be, me mandou dois textos do El Observador, de
Montevideu, com novidades sobre ovelhas e cordeiros.
O primeiro é assinado por Maria Orfila e publicado dia 9
de novembro deste ano de 2015.
“Investigadores locales crearon ejemplares que producen
mejor lana y carne de lo que darían naturalmente. Los primeros corderos
uruguayos "de probeta" nacieron en 2011. Dos años después les
siguieron los "verde fluo", unos ejemplares transgénicos que
brillaban en la oscuridad, cuya fama sobrepasó fronteras. Y este año, los
investigadores vinculados a su desarrollo lograron un avance de mayor impacto:
dieron vida a los primeros corderos del mundo en poseer lana y carne de una
calidad superior a la que podrían producir naturalmente.
Científicos del Instituto de Reproducción Animal Uruguay
(IRAUy), del Instituto Pasteur de Montevideo y del francés Inserm UMR 1064
lograron el nacimiento de los primeros corderos generados por una nueva
tecnología de edición génica que permite diseñar animales "a la
carta".
La edición génica no es transgénesis. Un animal
transgénico es aquel al que se le ha incorporado un gen de otra especie. Es el
caso de los corderos fluorescentes que recibieron uno de la medusa Aequorea
victoria para adquirir su tono luminiscente. Pero los corderos nacidos este año
siguen siendo "ovejas normales", explicó Martina Crispo, responsable
de la Unidad de Animales Transgénicos y de Experimentación del Instituto
Pasteur de Montevideo. "Solamente tuvieron una disrupción de un gen",
apuntó. La diferencia es que se les "silenció" uno del propio animal
con la intención de que no cumpla su función natural. Esta intervención,
conocida como Crispr, se realiza en el momento en el que un embrión solo está
compuesto por una célula. El cambio se integra al genoma (sigue presente pero
no se expresa) y el desarrollo sigue su curso. Más tarde, el cambio se transmitirá
a las siguientes generaciones.
El gen elegido es aquel que produce una proteína conocida
como miostatina que normalmente frena el desarrollo muscular. Está presente en
todas las especies, incluso en el ser humano. Al no funcionar, el músculo crece
hasta 30% más.
Lo novedoso es que los científicos intervinieron en
ovejas Merino superfino (de aproximadamente 17 micras), una raza que produce la
mejor calidad de lana del mundo, pero tiene una muy baja producción de carne.
De 22 corderos nacidos por fertilización in vitro, 10 nacieron con el gen
modificado, una cantidad considerada como un "buen resultado" por los
investigadores.
A los 60 días, estos pesaban 25% más que sus hermanos. A
simple vista se aprecia mayor desarrollo muscular en la parte posterior y en el
lomo. El resultado es una oveja Merino con una producción de carne similar a la
raza Texel, reconocida por su buena carne.
"Desde que se domesticó la oveja hace unos 10 mil
años, esto no se había logrado", expresó Alejo Menchaca, veterinario
fundador del IRAUy, respecto a las técnicas de selección natural y cruzamiento
entre especies. "Ahora se puede hacer en el laboratorio en una sola
generación. La tecnología es muy potente", agregó.
El logro fue publicado en la revista científica
internacional PLOS ONE y ha despertado el interés de capitales privados para
llevar esta tecnología al campo comercial. Es que es algo nunca antes logrado
mediante estrategias convencionales.
El uso de la técnica Crispr está causando una gran
conmoción en la investigación biomédica. A diferencia de otros métodos, este es
barato, rápido y fácil de usar. Fue utilizada por primera vez en ratones en
2013 y aún no se ha aplicado en vacas. Su utilización en humanos no está
permitida.
La posibilidad de diseñar animales "a la carta"
(para que resistan enfermedades o produzcan más carne, más leche o más lana) es
una opción que adquiere cada vez más fuerza para asegurar la producción de
alimentos en contextos desfavorables y de superpoblación. Menchaca no dudó:
"Estos serán los animales del futuro".
"Las ovejas fluo (leia a nota a seguir) siguen su vida de celebridades", dijo
Alejo Menchaca, fundador del Instituto de Reproducción Animal Uruguay. Este año
dieron a luz a sus primeros hijos que, al igual que sus madres, también brillan
en la oscuridad. "Mientras los científicos trabajan con sus células en
Europa, las ovejas disfrutan criando sus corderos y pastando en Uruguay",
agregó.
El trabajo se lo dejan para un equipo en Francia que usa
las células madre del tejido adiposo de estas ovejas para inyectarlas en
articulaciones lesionadas en humanos con el objetivo de reparar el tejido
dañado. Como todas las células son verdes, los investigadores pueden
monitorearlas dentro del organismo.”
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